El experimento de la fe
"Hoy sabemos que, al experimentar, el observador se implica en el experimento y que ésta es la única manera de experimentar algo físicamente. Esto significa que tampoco en la física hay pura objetividad, que el resultado del experimento y la respuesta de la naturaleza depende del problema que se le plantee. En la respuesta siempre hay algo del problema y algo de quien lo plantea, en ella no sólo se refleja la naturaleza en sí, en su pura objetividad, sino también algo del hombre, algo de nuestro yo, algo del sujeto humano. Pues bien, en el problema de Dios pasa algo parecido.
Tampoco hay aquí hay pura objetividad. Cuanto más alto está el objeto para el hombre y cuanto más afecta al núcleo del yo y cuanto más compromete al observador, tanto menos cabe la pura distancia, la pura objetividad. Cuando la respuesta es objetivamente imparcial, cuando el enunciado supera finalmente los prejuicios de la gente piadosa y se considera científico, entonces es que el que habla se ha engañado a sí mismo. Al hombre no le es posible esa objetividad. No puede plantear problemas y permanecer como puro observador; el que intente hacerlo, no experimentará nunca nada.
Por eso, la realidad "Dios" sólo se le aparece al que se implica en el experimento con Dios, ese experimento que se llama fe. Así pues, sólo el que se implica, experimenta. Porque sólo se pregunta cuando se participa en el experimento, y sólo al que pregunta se le responde" JOSEPH RATZINGER. Introducción al Cristianismo. 1968. Ed.Sígueme
"Es difícil el descenso hasta Dios. Pero mira:
te agotas de llevar los cántaros vacíos,
y de pronto, resulta que ser niño, jóven, mujer,
basta para que él quede satisfecho sin fin.
Él es el agua: limítate a hacer sólo
una taza con tus manos juntas
y arrodíllate luego. Pródigamente
hará rebosar tu límite más alto"
RAINER MARIA RILKE. Para Lotte Bielitz ( 23 de Enero de 1919 ) Poemas en prosa. Editorial Linteo
El deseo de contemplar a Dios
Tengo sed de Ti
Caspar David Friedrich: la divinidad de la naturaleza
"Christina Grummt, en su introducción para el catálogo de esta exposición afirma: “El viraje de Friedrich hacia la naturaleza estaba inserto en su convicción de que eran precisos un arte nuevo y una nueva religión. En la medida en que fue capaz de comprender el espíritu de su tiempo, pudo establecer un diálogo artístico con la naturaleza acorde con sus sentimientos. La naturaleza, en cuanto creación de Dios, es para Friedrich no sólo ocasión de despliegue artístico, sino también el ámbito en el que experimentar la omnipresencia de la Divinidad.”
Es decir, la experiencia que quiere transmitir Caspar David Friedrich con sus dibujos y óleos tiene un carácter religioso. Nos muestra su fe y su devoción a través de las formas de la naturaleza por sí mismas.
Es cierto que en muchas ocasiones incluye en sus imágenes alusiones más o menos explícitas a la religión cristiana, como en Roquedo con árboles, 1799 (CAT. 23), en donde se adivina la cruz de Cristo entre unas grietas en la roca. Los paisajes, los elementos paisajísticos aislados, las regiones montañosas, las vistas costeras, etc., todas las secciones en que esta exposición agrupa los elementos de la naturaleza son, en última instancia, una personificación de Dios. Es la nueva forma de mostrarlo, con una intensidad y una grandeza que no transmiten las imágenes cristianas clásicas. El hombre romántico encuentra en la naturaleza al Espíritu Supremo.
Las partes y el todo
Friedrich salía a dibujar al campo armado con su cuaderno de dibujo. Su devoción religiosa le hacía acometer el trabajo de forma casi reverencial: lo divino estaba por todas partes… Dibujaba pequeños detalles con los que luego conformaba una realidad nueva, la interior. “Sus composiciones parten de lo singular y generan una mirada a un paisaje que no ha sido tomado así de la naturaleza, sino que se corresponde exclusivamente con la ‘visión interior’ del artista. En esta recreación artística componía la realidad hasta el punto de que un árbol bien podía configurarse a partir de varios árboles distintos previamente dibujados en plena naturaleza por medio de una especie de procedimiento compositivo. Su método de trabajo puede considerarse en extremo ‘económico’, pues Friedrich reutilizaba a menudo sus estudios realizados en plena naturaleza –incluso mucho tiempo después– para nuevas composiciones”, escribe Christina Grummt. “El pintor no debe pintar sólo lo que ve ante sí, sino también lo que ve en sí”.
Friedrich estudió las costas del Báltico o las montañas de Sajonia, de Bohemia o de Silesia como nadie antes lo había hecho. Se interesó por los fenómenos atmosféricos y por las ‘atmósferas’ creadas por las nubes o por la luz de la naturaleza nórdica, unida a los cambios de las horas y de las estaciones. El dibujo es un término que está presente como concepto en muchas actividades, está siempre relacionado con conductas, movimientos y comportamientos. Entendemos el dibujo como la fijación de un gesto, como una estructura primordial de expresión, de descripción de ideas. Así, el dibujo, al tiempo que configura una idea, la transmite, normalmente a través de gestos y estructuras. “Dibujar —apunta un importante creador actual—es equivalente a pensar. Algunos dibujos se hacen con la misma intención con que se escribe: son notas que se toman”. Es muy importante ver el dibujo, el hecho de dibujar, como un elemento definidor de las ideas.
Analizando las obras que hay en esta exposición y comprendiendo el sistema que utilizaba Friedrich para trabajar, concluimos que la actividad de dibujar suponía para él algo absolutamente central. En primer lugar es relevante tener en cuenta que Friedrich tomaba “notas” directamente de la naturaleza, o, lo que es lo mismo, de un espíritu supremo que se manifiesta en formas naturales. “La gran mayoría de los estudios –en total podría haber unos 1000 dibujos de Friedrich– contienen la datación precisa del día, y la mayor parte incluyen, junto con esa datación, una indicación del lugar, para documentar en qué localización natural fue realizado el dibujo. Y es que los estudios son como registros hechos con continuidad de determinadas vistas de paisajes, espacios, plantas, riscos, naves, barcas, que Friedrich tenía directamente ante sus ojos. Y mientras los registraba intentaba retener esos objetos con todas las condiciones con las que los había presenciado”. ISABEL DURAN. Guia de la exposición "Caspar David Friedrich: arte de dibujar". Fundación Juan March, Madrid. Del 16 de octubre de 2009 al 10 de enero de 2010
Introducción al catálogo. Christina Hummt
Caspar David Friedrich. Wikipedia
Galeria. Wikipedia
Galeria. Wikimedia
Galeria. All paintings
Hamburger Kunsthalle
Exposición en el Hermitage
Reproarte
Es cierto que en muchas ocasiones incluye en sus imágenes alusiones más o menos explícitas a la religión cristiana, como en Roquedo con árboles, 1799 (CAT. 23), en donde se adivina la cruz de Cristo entre unas grietas en la roca. Los paisajes, los elementos paisajísticos aislados, las regiones montañosas, las vistas costeras, etc., todas las secciones en que esta exposición agrupa los elementos de la naturaleza son, en última instancia, una personificación de Dios. Es la nueva forma de mostrarlo, con una intensidad y una grandeza que no transmiten las imágenes cristianas clásicas. El hombre romántico encuentra en la naturaleza al Espíritu Supremo.
Las partes y el todo
Friedrich salía a dibujar al campo armado con su cuaderno de dibujo. Su devoción religiosa le hacía acometer el trabajo de forma casi reverencial: lo divino estaba por todas partes… Dibujaba pequeños detalles con los que luego conformaba una realidad nueva, la interior. “Sus composiciones parten de lo singular y generan una mirada a un paisaje que no ha sido tomado así de la naturaleza, sino que se corresponde exclusivamente con la ‘visión interior’ del artista. En esta recreación artística componía la realidad hasta el punto de que un árbol bien podía configurarse a partir de varios árboles distintos previamente dibujados en plena naturaleza por medio de una especie de procedimiento compositivo. Su método de trabajo puede considerarse en extremo ‘económico’, pues Friedrich reutilizaba a menudo sus estudios realizados en plena naturaleza –incluso mucho tiempo después– para nuevas composiciones”, escribe Christina Grummt. “El pintor no debe pintar sólo lo que ve ante sí, sino también lo que ve en sí”.
Friedrich estudió las costas del Báltico o las montañas de Sajonia, de Bohemia o de Silesia como nadie antes lo había hecho. Se interesó por los fenómenos atmosféricos y por las ‘atmósferas’ creadas por las nubes o por la luz de la naturaleza nórdica, unida a los cambios de las horas y de las estaciones. El dibujo es un término que está presente como concepto en muchas actividades, está siempre relacionado con conductas, movimientos y comportamientos. Entendemos el dibujo como la fijación de un gesto, como una estructura primordial de expresión, de descripción de ideas. Así, el dibujo, al tiempo que configura una idea, la transmite, normalmente a través de gestos y estructuras. “Dibujar —apunta un importante creador actual—es equivalente a pensar. Algunos dibujos se hacen con la misma intención con que se escribe: son notas que se toman”. Es muy importante ver el dibujo, el hecho de dibujar, como un elemento definidor de las ideas.
Analizando las obras que hay en esta exposición y comprendiendo el sistema que utilizaba Friedrich para trabajar, concluimos que la actividad de dibujar suponía para él algo absolutamente central. En primer lugar es relevante tener en cuenta que Friedrich tomaba “notas” directamente de la naturaleza, o, lo que es lo mismo, de un espíritu supremo que se manifiesta en formas naturales. “La gran mayoría de los estudios –en total podría haber unos 1000 dibujos de Friedrich– contienen la datación precisa del día, y la mayor parte incluyen, junto con esa datación, una indicación del lugar, para documentar en qué localización natural fue realizado el dibujo. Y es que los estudios son como registros hechos con continuidad de determinadas vistas de paisajes, espacios, plantas, riscos, naves, barcas, que Friedrich tenía directamente ante sus ojos. Y mientras los registraba intentaba retener esos objetos con todas las condiciones con las que los había presenciado”. ISABEL DURAN. Guia de la exposición "Caspar David Friedrich: arte de dibujar". Fundación Juan March, Madrid. Del 16 de octubre de 2009 al 10 de enero de 2010
Introducción al catálogo. Christina Hummt
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Exposición en el Hermitage
Reproarte
El aborto surgió de la eugenesia
La investigación histórica de Ann Farmer muestra que en su origen el aborto y la esterilización se promovieron como medidas eugenésicas contra los pobres.
José Miguel Serrano Ruiz-Calderón (Aceprensa. 16/02/2010)
José Miguel Serrano Ruiz-Calderón (Aceprensa. 16/02/2010)
"De las medidas eugenésicas negativas que se fomentaron desde los años treinta, la esterilización más o menos voluntaria de discapacitados ha sido muy atacada, aunque parece estar mejor vista en los últimos años. La otra, el aborto, enmascarado tras los eufemismos de “pro choice” o “derecho a elegir”, ha tenido una exitosa carrera, que en España culminará con el reconocimiento de la práctica como derecho, algo extraño a nuestros sistemas jurídicos y que, como recordó la diputada Sandra Moneo, nos asemejaría a los países del llamado socialismo real.
Los propios eugenistas recomendaron que por razones prácticas el aborto debía reivindicarse como un “derecho de todas las mujeres” | |||
Puede objetarse que el llamado aborto eugenésico es sólo una de las indicaciones y desde luego no es la más extensa. Podría responderse que este aborto se ha traducido en una práctica generalizada que de forma transversal afecta a toda la medicina neonatal y ha tenido su traducción en la institucionalización de un auténtico derecho.
Así, entre nosotros, el primer acercamiento al aborto como derecho procede de la jurisprudencia de la Sala de lo civil del Tribunal Supremo, precisamente para exigir indemnización a los médicos que, al no advertir de una posible malformación del feto, impidieron a la mujer ejercer la opción de abortar.
El aborto debe buena parte de su prestigio a su supuesta motivación humanitaria. Sería la lucha contra el llamado aborto clandestino y sus secuelas en forma de mortalidad femenina lo que justificaría en última instancia la despenalización, e incluso, como ahora vemos en España, la pura y simple legalización.
Una preocupación eugenésica
Ann Farmer en su libro By their Fruits (1), editado en 2008, señala con agudeza cómo desde sus inicios en los años veinte, y a pesar de pretender que el leitmotiv de la campaña era el aborto clandestino, los abogados y abogadas del aborto mostraron siempre mayor simpatía por los practicantes del aborto clandestino que por sus víctimas, es decir, y en su terminología, por las mujeres a las que terribles circunstancias las obligaban a abortar en condiciones muy peligrosas.
Desde esta evidencia Farmer, con ayuda del grupo laborista pro life, inició una investigación sobre las verdaderas raíces ideológicas del movimiento abortista que, con financiación estadounidense, batalló hasta lograr el éxito de los años sesenta que se extendió luego por Europa y los propios Estados Unidos. La investigación de Farmer, en sus propias palabras, se veía animada por la ausencia total de fair play en el interior del Partido Laborista, cuando un grupo trató de hacer frente a la investigación destructora de embriones. De hecho, Farmer ya había publicado en revistas especializadas trabajos acerca de la intolerancia de cierto feminismo y cierto laborismo en la cuestión del aborto, que lejos de constituirse en un debate de tipo político se transformaba en una cuestión de derechos fundamentales o incluso de posición contra o a favor de la mujer.
Ciertamente, la investigación histórica de Ann Farmer corrobora que el proceso se inició desde el comienzo de la acción de la Abortion Law Reform Association (ALRA). Sobre la base del denominado Brock Report, la Eugenics Society incluyó el aborto, junto con la esterilización, dentro de las medidas negativas para mejorar la raza, toda vez que no se lograba el objetivo buscado de que las personas “más adecuadas” fueran las que más se reprodujesen. Evidentemente existía una concordancia con la posición neomaltusiana, profundamente reaccionaria y clasista, que veía con seria preocupación que los pobres no pudiesen moderar su afán reproductivo y que constituyesen una carga creciente sobre los núcleos más “favorecidos” de la sociedad.
Con el tiempo este proceso nacional se extendería a la esfera internacional, inaugurando la acción de agencias de Naciones Unidas contra la reproducción en los denominados países pobres.
El discurso hacia fuera y hacia adentro
Si maltusianos y partidarios de la eugenesia derivaron hacia el aborto como medio de control de la natalidad, la Abortion Law Reform Association (ALRA) no dudó en buscar el asesoramiento de la Eugenics Society desde el inicio de su labor de agitación. No obstante, por consejo de los propios eugenésicos, siempre tuvieron claro, en palabras de Dora Rusell, que el aborto debía reivindicarse como un “derecho de todas las mujeres” por razones prácticas. Presentarlo como especialmente indicado para mujeres pobres habría sido contraproducente. Esto era especialmente notorio en el seno del partido laborista, donde la proporción de católicos ha sido tradicionalmente alta y donde los argumentos eugenésicos podían parecer clasistas. El efecto fue el enmascaramiento en los escritos dirigidos al público, mientras que en las cartas “esotéricas” que recoge Farmer y en los documentos internos de las asociaciones las pretensiones de fondo parecen claras.
El análisis de Farmer se extiende hasta la legalización del aborto en Gran Bretaña en 1967 por razones centradas en la preocupación acerca de la pobreza. De nuevo las razones neomaltusianas fueron encubiertas bajo el discurso de la inquietud por las condiciones de los abortos clandestinos. También Farmer dedica unas reveladoras páginas a los esfuerzos posteriores por mantener no sólo la ley sino la actitud general hacia la vida prenatal que se implantaba bajo la excusa del aborto clandestino. Según la visión de Farmer, estas motivaciones de fondo y el encubrimiento bajo la capa humanitaria se extendieron desde el experimento inglés, primero a Estados Unidos, aunque allí con mayor radicalismo debido a la acción del Tribunal Supremo, y luego al resto del mundo
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NOTAS
(1) By Their Fruits: Eugenics, Population Control, and the Abortion Campaign. The Catholic University of America Press. (2008). 421 págs."
Ostrov: el salmo 50
En el año 1942 Anatoli, fogonero de un remolcador ruso, es apresado por una patrulla nazi y obligado a revelarles dónde está el capitán, un militar llamado Tikhon Petrovich. Después de ser golpeado, lo delata. Cuando los dos van a ser ejecutados, Anatoli pide clemencia y el oficial nazi le libra de la muerte a cambio de que mate a su compañero. Con la pistola en la mano, presa de la desesperación, Anatoli le dispara y Tikhon cae abatido en las aguas de la bahía. La patrulla nazi deja a Anatoli, pero activa una bomba que explota. Días después, Anatoli es rescatado con vida por tres monjes ortodoxos que lo acogen en su comunidad. 34 años después, Anatoli vive marcado por su pecado, pero su expiación servirá para salvarle.
Es una joya. Me parece una obra maestra del cine ruso contemporáneo. De lo mejor que he visto últimamente. Ostrov (La isla) es una película del director Pavel Lunguin, de 2006. Es la imagen viva del Salmo 50, Miserere
Anatoli
La isla
La comunidad
Anatoli, el santo
También muestra su santidad su vida ascética y de oración profunda. Su vida muestra que Dios le está escuchando y le está dando dones, aunque él sólo ve su mundo interior marcado por una hoguera (“los pecados me abrasan. Han incendiado mi alma”) De tal manera es visible su santidad, que acabaran reconociendo sus propios hermanos de comunidad. Por ello la historia es también una bella descripción del falso pietismo en el que caen los hombres (también los religisos) que buscan su perfeccion espiritual. Anatoli y Filaret pueden representar, sólo en cierta manera, la imagen del publicano y el fariseo, respectivamente.
El perdón
Dios le escucha. De tal manera lo hace que incluso envía a Tikhon a visitarle para que cure a su hija de una supuesta demencia, sin que ambos sepan sus respectivas identidades. Curando a Nastya, sin saberlo, Anatoli está reparando el daño hecho a Tikhon. Éste acaba reconociéndole y perdonándole. Ahora, Anatoli, ya es un hombre en paz. La película muestra el cambio en su alma. De ser el hombre sucio y vestido con ropas mugrientas, aparece ya con un camisón (símbolo de la túnica blanca de su revestimiento como bautizado) y dispuesto a entrar en su caja (ataúd), porque ya está en paz. Cuando el cristiano ya está en paz con su vida, ya sólo ansia volver con su Padre. Dios atiende la petición de Anatoli y se lo lleva.
A propósito del Salmo 50, es muy interesante la charla del padre Ignacio Larrañaga:
El regreso del hijo pródigo. Así es Dios
La belleza del arte llama al hombre hacia Dios. Este cuadro de Rembrandt colgado en el Museo del Hermitage de San Petersburgo lo ha hecho. Ha llamado al sacerdote Henri J.M. Nouwen a un proceso de renovación espiritual e interiorización de Dios que plasma en su libro El regreso del hijo pródigo. Meditaciones ante un cuadro de Rembrandt. PPC Ed. 1992
El autor explica lo que sintió la primera vez que lo vió en un cartel: "Vi a un hombre vestido con un enorme manto rojo tocando tiernamente los hombros de un muchacho desaliñado que estaba arrodillado ante él. No podia apartar la mirada. Me sentí atraído por la intimidad que había entre las dos figuras, el cálido rojo del manto del hombre, el amarillo dorado de la túnica del muchacho, y la misteriosa luz que envolvia a ambos. Pero fueron sobre todo las manos, las manos del anciano, la manera como tocaban los hombros del muchacho, lo que me trasladó a un lugar donde nunca había estado antes"
Casi tres años después, Henri Nouwen, por fin, está delante del cuadro en el Hermitage: "Y allí estaba yo, delante del cuadro que habia estado en mi mente y en mi corazón desde hacía casi tres años. Estaba maravillado por su majestuosa belleza. Su tamaño, mayor que el tamaño natural; sus abundantes rojos, marrones y amarillos; sus huecos sombreados y sus brillantes primeros planos, pero sobre todo, el abrazo de padre e hijo envuelto de luz y rodeado de cuatro misteriosos mirones (...) Me dejó completamente cautivado. Realmente, estar aquí era volver a casa"
La experiencia del amor de Dios nos acerca al infinito, a la eternidad. Por ello, Henri Nouwen ha podido escribir un libro entero sobre este cuadro y todo aquello que Dios le dice a través de él. "Todo lo que he vivido desde mi primer encuentro con aquella representación del cuadro de Rembrandt no sólo me ha dado la inspiración para escribir este libro, sino que también me dió la idea para estructurarlo. Primero me reflejaré en el hijo menor, después en el mayor, y por último en el padre. Porque, de hecho, soy el hijo menor, soy el hijo mayor, y estoy en camino de convertirme en padre" (a ésto último se refiere en el sentido de la acogida incondicional y misericordiosa a los demás)
El libro alcanza mucha profundidad. Muestra cómo la obra de arte le ha hablado de Dios. Y, también, le ha hablado Dios "Estas manos, son las manos de Dios. También son las manos de mis padres, de mis profesores, amigos, curadores y todos aquellos que Dios ha puesto en mi camino para recordarme lo seguro que vivo". En cierta manera, a través de la misericordia que el autor siente emanada del cuadro, aprende a conocer la verdadera naturaleza de Dios "El misterio consiste en que Dios en su infinita compasión se ha unido a la vida de sus hijos para la eternidad. Ha elegido libremente depender de sus criaturas, a quienes dio el don de la libertad. Esta elección hace que sienta dolor cuando se marchan; esta elección hace que sienta una alegría inmensa cuando vuelven"
Henri Nouwen constata, gracias al cuadro, que al hijo pródigo siempre le habia estado esperando su padre y que, incluso, va a su encuentro "Ahora me pregunto si durante todo este tiempo he sido lo suficientemente consciente de que Dios ha estado intentando encontrarme, conocerme y quererme. La cuestión no es ¿Cómo puedo encontrar a Dios? sino ¿Cómo puedo dejar que Dios me encuentre? La cuestión no es ¿Cómo puedo conocer a Dios? sino ¿Cómo puedo dejar a Dios que me conozca? Y, finalmente, la cuestión no es ¿Cómo voy a amar a Dios? sino ¿Cómo voy a dejarme amar por Dios?"
El regreso del hijo pródigo. Rembrandt. 1668. Museo del Hermitage
Sobre la parábola del hijo pródigo son muy interesantes los tres capítulos de los Comentarios al Catecismo de la Iglesia Católica de monseñor José Ignacio Munilla en Radio Maria:
Sobre la parábola del hijo pródigo son muy interesantes los tres capítulos de los Comentarios al Catecismo de la Iglesia Católica de monseñor José Ignacio Munilla en Radio Maria:
El guerrero pacífico
Hace tiempo vi esta adaptación del best seller “El camino del guerrero pacífico”, obra autobiográfica de Dan Millman. Me atrajo especialmente el fondo que transmite, más que la historia de superación personal que muestra. El autor de la novela ganó el campeonato mundial de saltos de trampolín de Londres cuando tenía 18 años y estudiaba en la Universidad de California. Un accidente de moto fracturó los huesos de su pierna derecha en 40 partes, acabando así su carrera como deportista de elite. Su entrenador asignó su puesto a otro deportista. Dan Millman luchó por su rehabilitación cuando todos le desaconsejaban que lo intentara y consiguió recuperar su forma en un año. Aquel accidente le ayudó a entender el valor de la cotidianeidad. Desde ese momento su experiencia le ha servido para escribir libros y dar clases de autoayuda. Si descartamos algunas ideas del “hombre hecho a sí mismo” que destila la película, podemos encontrar valores interesantes que nos sirven en nuestra experiencia cristiana teniendo en cuenta que el autor no los ve como valores cristianos, sino simplemente humanos, pero que nosotros sabemos que vienen del Espíritu.
VALORES QUE ENCONTRAMOS EN LA PELÍCULA
SABIDURIA: el don (la sabiduría se recibe del Espíritu Santo a través de la fe y de otras personas que la tienen, pero no se “consigue”) de saber vivir cada momento en su pleno sentido.
El empleado de la gasolinera, el viejo Sócrates, será el encargado de transmitírsela al joven protagonista, Dan (“el conocimiento no es lo mismo que la sabiduría”). El conocimiento sí puede ser adquirido por uno mismo, pero no así la sabiduría. Lo más fácil es ver en Sócrates y Dan la relación maestro-discípulo, pero podemos ver en la figura de Sócrates mucho más: el buen amigo que te da buenos consejos, los padres que te educan, tu ángel de la guarda, que te inspira las cosas de lo alto, etc.
VIVIR LA REALIDAD , NO “NUESTRA REALIDAD”: ésta es la gran batalla de Sócrates con Dan. Le enseñará que él no vive la realidad sino el sueño que él se ha creado a través de su proyecto/ídolo (ser un campeón olímpico) y, por tanto, literalmente no ve la realidad que le rodea cada día. Sócrates le dirá: “PUEDE QUE TODAVIA ESTÉS DORMIDO. SE PUEDE VIVIR TODA UNA VIDA SIN DESPERTARSE”. Dan sólo experimenta si lo que vive se adapta a su sueño o no. Y todo lo interpreta así. Además se vive en el futuro y a veces en el pasado, pero no en el presente. Por eso Sócrates le dirá en varios momentos de la película:
- "Tú, ¿en qué mundo vives?”
- "Cuando logres vivir el presente te sorprenderá”
- "Sólo tienes el presente”
- "Cada momento es único”
Su consejo va más allá y le habla de su mente, que se ha apoderado de todo su espíritu. El mensaje aquí es: una mente llena de “ruido”, es decir, ocupada totalmente con nuestros planes, que muchas veces acaban convirtiéndose en obsesiones, domina a la persona y le impide al ser, al espíritu, trabar contacto con la realidad. Es el VIVIR EN UN SUEÑO. Sócrates le dice: “dejas que las emociones te controlen”
Al vivir en “su” mundo, Dan ha creado una realidad artificial (estar convencido de que es el número 1 aunque aún no lo es) que nada tiene que ver con la verdadera realidad (simplemente entrena para serlo, pero no lo es). Sócrates le dice: “LAS PERSONAS NO SON LO QUE SON SINO LO QUE PIENSAN QUE SON”.
Por tanto, Dan sufrirá enormemente con cada contrariedad que le surja (especialmente con el accidente) puesto que “su realidad” se vendrà abajo con la “cruda realidad”. Pero él no lo ve así, no ve que vive una realidad imaginaria, sino sólo personas o acontecimientos que se cruzan en su camino: enemigos. Por tanto, hará pasar a personas y acontecimientos por el aro de su voluntad (con las personas aún podria conseguirlo, si se dejan; con la realidad de los acontecimientos es imposible: es una quimera). De ahí viene el terrible temor de Dan al fracaso, a que su sueño no se cumpla. Sócrates le preguntará: “¿qué es el fracaso?” (dándole a entender que el fracaso no existe como tal, sino que es un sentimiento que experimentamos cuando no se cumplen unas expectativas que nos hemos creado, muchas veces con objetivos que nos hemos puesto tan ambiciosos que son inalcanzables)
El SENTIDO DE LAS COSAS
Una de las lecciones de Sócrates será hacerle ver a Dan que esos contratiempos, la realidad “real” (valga la redundancia”), son oportunidades y caminos que se abren para nuestro bien, aunque pasen por el sufrimiento (casi siempre pasan en el sufrimiento). Dan le dirá: “el accidente es tu entrenamiento”.
En nuestra lectura cristiana, son acontecimientos que Dios permite para que nos encontremos con Él y para que descubramos que somos menos de lo que creemos ser. Y que no lo podemos controlar todo en nuestra vida (no somos “dios” de nuestra vida: “puedo conseguir en la vida lo que me proponga”). De ahí la importancia del momento presente, incluso de las pequeñas cosas que nos pasan cada día. Sócrates le dirá que es en ellas donde tiene que poner su atención, para sacar todo el partido a la vida: la vida es el ahora, un continuo presente donde descubrimos la eternidad (Dios nos habla en cada momento, incluso en los pequeños detalles)
EL SILENCIAMIENTO INTERIOR
Derivado de lo que hemos dicho en el capítulo “Vivir la realidad”, Sócrates tratará de enseñar a Dan la importancia de “vaciar” su mente de pensamientos estériles y concentrar su atención en lo que le rodea en cada momento: vivir al 100 % la realidad. Le llegará a decir: “saca la basura de tu cabeza” o “piensas más de lo que sabes” porque Dan se contenta con tener muchas ideas pero no “aprende”. Sócrates le dirá: “toda la basura de tu mente (las obsesiones y proyectos) te distrae del aquí, del ahora. Cuando te deshagas de ella podrás comprobar lo bien que haces las cosas"
BUSCAR
Dentro de esa actitud de silenciamiento estará la propuesta que Sócrates le hace a Dan para descubrir su interior (nosotros podemos interpretar que podemos encontrar a Dios en nuestro interior y que es en ese silencio donde nos habla). Sócrates le dirá: “El mundo no quiere que busques respuestas, sino que tomes las que te dan. Es necesario que empieces a buscar información en tu interior”; “TODO EN LA VIDA TIENE UN PROPÓSITO. DEPENDE DE TI DESCUBRIRLO”. Y también le advierte: “a la gente le da miedo su interior”.
LOS DONES. LAS POTENCIALIDADES
En la línea de lo expuesto, Dan descubre que no debe abandonar la gimnasia (a pesar de que todo le dice lo contrario). Ahora luchará por continuar, pero ya no lo hará para volver a ser un número 1, sino para desarrollar el don natural que tiene para esa disciplina deportiva (y no hacerlo seria despreciar un don) Y como él está dotado para ello, se obra el milagro. Por el desarrollo de ése don, pero no por ser un superhombre. El coraje, la esperanza, la tenacidad y la fuerza para luchar frente a la adversidad son
también dones y, por tanto, recibidos (de Dios). Su desarrollo es lo que hace que llegue el éxito. Hasta ese momento la vida de Dan era realmente la de aquel que se había “apropiado” de los dones recibidos, pensando que existían fruto de su esfuerzo.
EL SERVICIO. SALIR DE SÍ MISMO
En este recorrido (de conversión) Sócrates plantea a Dan la última etapa, la más elevada: el servicio al otro. Sócrates lo vive ya así (habla de que su función en la gasolinera es “servir”, mostrando que se puede estar al servicio del otro en la tarea más sencilla, sin pretender grandes heroicidades). Le habla de que la verdadera batalla en la que hay que luchar es ésa: “un guerrero encuentra el amor en lo que hace”; “las verdaderas batallas se libran en el interior”. Dan acepta el reto: “estoy preparado para llevar mi vida a un plano superior y servir a los demàs”.
Dan aprende que la meta es el camino mismo, no el final de él. Es decir: el movimiento constante fuera de uno mismo, proyectándose al otro. Cuando suben a la montaña a ver ése secreto maravilloso que les espera en la cumbre, descubre Dan que era simplemente una piedra. Sócrates le dirá que lo que valió la pena realmente era la ilusión que tenia en la ascensión de la montaña: “el viaje aporta la felicidad, no el destino”. De esa manera le transmite que el hombre no puede experimentar en vida que ya ha llegado a la meta, porque la felicidad no es una meta, sino una experiencia ( en el caso del cristiano, fruto de sentirse amado por Dios y, por tanto, buscándola en el amor al otro)
LECTURA RECOMENDADA
Teniendo en cuenta que Dan Millman explica su experiencia desde un punto de vista estrictamente personal y como lectura de autoayuda, recomiendo otro libro donde se explica de manera brillante todo lo expuesto y desde la experiencia cristiana (Juan Pablo II lo recomendaba personalmente a las personas en sufrimiento): “DEL SUFRIMIENTO A LA PAZ ” IGNACIO LARRAÑAGA (1985) Editorial San Pablo
El mito de la superpoblación
Si Malthus levantara la cabeza...se daria cuenta que han pasado 212 años de la fecha en que predijo el colapso de recursos alimentarios suficientes para la población mundial (1798) y que desde entonces el mundo ha crecido en 6.728 millones de personas. Y sigue sin producirse el colapso alimentario mundial (sí que hay desequilibrios, pero no por falta de recursos, sino por su mala distribución entre paises ricos y pobres)
Pero preguntemos a cualquier ciudadano de a pie qué piensa de la superpoblación y veremos qué nos comenta. Veremos que no es difícil hoy en dia ser malthusiano. La mayoria de los ciudadanos lo son. Se lo ha puesto muy fácil el poder mundial, que desde hace décadas planifica políticas antinatalistas. El "experto" en la materia (que acaba siendo cualquier hijo de vecino) siempre nos empezará hablando de la China y nos acabaremos imaginando ese país enorme desbordado por masas hambrientas saliendo de sus fronteras e invadiendo el mundo en busca de pan.
Y a mis paisanos les preocupa la superpoblación. ¡Pero si es que yo vivo en España, señores, que tiene el menor crecimiento demográfico del mundo! ¡Todavia entiendo menos que en este país haya alguien que se preocupe de la superpoblación, cuando cada año mata a más de 110 mil de sus hijos en abortos provocados amparados por la ley!
Gracias a Dios, las tecnologias también vienen en nuestro rescate para hacernos salir de la esclerosis mental con que nos "dopan" los poderes interesados en las políticas anti-vida (me refiero a la ONU, no a un "poder" ilusorio sacado de una paranoia) Además, con la falacia de que la reducción de la natalidad acabará con la pobreza. Más bien acabará con los pobres, con sus hijos no nacidos, no con su situación, ya que ésta viene derivada del desigual reparto de la riqueza, no de su prole. ¡Encima a los niños les atribuyen la pobreza que realmente está provocada por la injusticia que sufren sus padres!
¿Se ha atrevido usted a hacer un recorrido por Google Earth para observar el elevado nivel de superpoblación de toda la superficie terrestre? (sic) Literalmente usted se puede perder en interminables praderas, bosques o desiertos a nada que apriete al máximo el zoom. Y usted me dirá: ya, ya, pero observa megaurbes como Nueva York, Mexico D.F o Tokio...Y yo pregunto ¿No estaremos viendo allí crecimiento desequilibrado en vez de superpoblación? Porque este último término describe un desfase población-recursos, no un desfase población-territorio. No mezclemos conceptos, que a veces el lenguaje nos traiciona. México D.F o Shanghai no hacen por sí mismas insostenible el planeta, sino los políticos y empresarios que allí tienen intereses especulativos y que favorecen un crecimiento urbanístico no planificado.
Bueno, como siempre, mejor será que hablen los que saben. Aqui dejo unos enlaces.
Too many people? Nicholas Eberstadt
El mito malthusiano. La ONU al servicio de la nueva ingenieria social. Arbil
El inminente fracaso demográfico y la falacia malthusiana. Conoze
La población es el principal recurso. Aceprensa
Crisis financiera internacional, cambio climático y su impacto en los pobres. Celam
Si quieres promover la Paz, protege la Creación. Mensaje de Benedicto XVI en la XLIII Jornada Mundial de la Paz
El negocio de la píldora abortiva
Las cifras lo demuestran: la llamada "píldora del día después" es un gran negocio. La pastilla abortiva, gracias a ser dispensada sin receta, ha disparado las ventas en España de las dos multinacionales farmacéuticas que las comercializan. Así lo muestra una información de La Razón:
"La venta libre de la píldora del día después ha saneado las cuentas de sus fabricantes. Sólo en los tres primeros meses desde que se puso en marcha la libre dispensación sin receta médica (octubre, noviembre y diciembre), la facturación ascendió a más de 2,3 millones de euros, repartidos entre los dos laboratorios, Chiesi y Bayer. Así lo demuestran los últimos datos de la consultora más importante del sector, IMS Health, a los que ha tenido acceso este periódico.
Radiografía
18 EUROS cuestan las dos marcas en el mercado
1,1 MILLONES facturaban en tres meses con receta
7,2 MILLONES facturará en un año sin receta la marca más vendida
- Si se extrapolan los 2,3 millones obtenidos en tres meses, el fabricante de Norlevo obtendría en un año 7,2 millones, lo que lo situaría como cuarto nuevo producto de farmacia sin receta"
Para conocer los efectos dañinos para la salud de la mujer de esta píldora se pueden consultar los siguientes enlaces:
La píldora anticonceptiva también deja secuelas. 50 años después de su implantación, los datos así lo demuestran. Estudio de Miguel A. Martinez-González y Miguel Delgado-Rodriguez
Video "Cómo la píldora trabaja como un abortivo"
Video "Cómo la píldora trabaja como un abortivo"
El fin del hombre es Dios
"El Señor, rico en misericordia y en perdón, transforma la vida del hombre y lo llama a seguirlo. La humildad de la que dan testimonio Isaías, Pedro y Pablo invita a los que han recibido el don de la vocación divina a no concentrarse en sus propias limitaciones, sino a tener la mirada fija en el Señor y en su sorprendente misericordia, para convertir el corazón, y seguir "dejándolo todo" por él con alegría. De hecho, Dios no mira lo que es importante para el hombre: "El hombre mira las apariencias, pero el Señor mira el corazón" (1 S 16, 7), y a los hombres pobres y débiles, pero con fe en él, los vuelve apóstoles y heraldos intrépidos de la salvación.
En este Año sacerdotal, roguemos al Dueño de la mies que envíe operarios a su mies y para que los que escuchen la invitación del Señor a seguirlo, después del necesario discernimiento, sepan responderle con generosidad, no confiando en sus propias fuerzas, sino abriéndose a la acción de su gracia. En particular, invito a todos los sacerdotes a reavivar su generosa disponibilidad para responder cada día a la llamada del Señor con la misma humildad y fe de Isaías, de Pedro y de Pablo.
Encomendemos a la Virgen santísima todas las vocaciones, particularmente las vocaciones a la vida religiosa y sacerdotal. Que María suscite en cada uno el deseo de pronunciar su propio "sí" al Señor con alegría y entrega plena"
Benedicto XVI, en el Ángelus del 7 de febrero de 2010
Luz sobre el proceso a Galileo
“Es necesario que nos demos cuenta del cúmulo de opiniones arbitrarias, deformaciones substanciales y auténticas mentiras que gravitan sobre todo lo que históricamente concierne a la Iglesia. Por otra parte, resulta alarmante que una encuesta reciente del Consejo de Europa realizada entre los estudiantes de ciencias de todos los países de la Comunidad, casi el 30% de ellos tiene el convencimiento de que Galileo Galilei fue quemado vivo en la hoguera por la Iglesia. Casi todos (97%), de cualquier forma, están convencidos de que fue sometido a torturas. Los que tienen algo más que decir sobre el científico pisano recuerdan como frase absolutamente histórica, un “sin embargo se mueve”, fieramente arrojada, después de la lectura de la sentencia, contra los inquisidores convencidos de poder detener el movimiento de la Tierra contra los anatemas teológicos.
El 22 de junio de 1633, en Roma, en el convento dominicano de Santa María sopra Minerva, después de oír la sentencia, Galileo dio las gracias a los diez cardenales, tres de los cuales habían votado a favor de su absolución, por una pena tan moderada. En los cuatro días de discusión, sólo presentó un argumento a favor de su teoría de que la Tierra giraba en torno al Sol. Y era erróneo. Decía que las mareas eran provocadas por la “sacudida” de las aguas, a causa del movimiento de la Tierra. Una tesis risible, a la que los jueces-colegas oponían otra, que Galileo juzgaba “de imbéciles”: y que sin embargo, era la correcta. Esto es, el flujo y reflujo del agua del mar se debe a la atracción de la Luna.
Aparte de esta explicación errónea, Galileo no supo aportar otros argumentos experimentales, comprobables, a favor de la centralidad del Sol y del movimiento de la Tierra. Y no hay que maravillarse: el Santo Oficio no se oponía en absoluto a la evidencia científica en nombre de un oscurantismo teológico. La primera prueba experimental, indiscutible, de la rotación terrestre data de 1748, más de un siglo después. En aquel año 1633 del proceso a Galileo, el sistema ptolemaico (el Sol y los planetas giran en torno a la Tierra) y el sistema copernicano (la Tierra y los planetas giran en torno al Sol) eran dos hipótesis del mismo peso, en las que había que apostar sin tener pruebas decisivas. Y muchos religiosos católicos estaban a favor del “innovador” Copérnico, condenado, en cambio, por Lutero.
¿Torturas? ¿Cárceles de la Inquisición? ¿Hoguera? Galileo no pasó ni un sólo día en la cárcel, ni sufrió ningún tipo de violencia física. Es más, llamado a Roma para el proceso, se alojó (a cargo de la Santa Sede) en un vivienda de cinco habitaciones con vistas a los jardines del Vaticano y con servidor personal. Después de la sentencia, fue alojado en la maravillosa Villa Medici en el Pincio. Desde aquí, el “condenado” se trasladó, en condición de huésped, al palacio del arzobispo de Siena, uno de los muchos eclesiásticos insignes que le querían, que lo habían ayudado y animado, y a los que había dedicado sus obras. Finalmente llegó a su elegante villa en Arcetri, cuyo significativo nombre era “Il gioiello” (“La joya”).
No perdió la estima o la amistad de obispos y científicos, muchas veces religiosos. No se le impidió nunca proseguir con su trabajo y de ello se aprovechó, continuando sus estudios y publicando un libro. Pronto le levantaron la prohibición de alejarse a su antojo de la villa. Sólo le quedó una obligación: la de rezar una vez por semana los siete salmos penitenciales. En realidad, también esta “pena” se había acabado a los tres años, pero él la continuó libremente, como creyente que era. Murió a los setenta y ocho años, en su cama, con la indulgencia plenaria y la bendición del Papa. Era el 8 de enero de 1642, nueve años después de la “condena” y después de 78 años de vida. Una de sus hijas, monja, recogió su última palabra. Ésta fue: “¡Jesús!” Vittorio Messori. Leyendas negras de la Iglesia. 1992. Ed. Planeta Testimonio
Vittorio Messori nació en Sassuolo di Modena (Italia) en 1941. Se licenció en Ciencias Políticas. Periodista de profesión, ha trabajado dentro del grupo del periódico italiano La Stampa. Después de Hipótesis sobre Jesús (más de un millón de ejemplares vendidos en Italia y superadas las veinte ediciones en todo el mundo) ha publicado varios libros de amplia difusión internacional: Apuesta sobre la muerte, Entrevista al cardenal Ratzinger, Hipótesis sobre Maria y fue el periodista que entrevistó a Juan Pablo II en el libro: Cruzando el umbral de la esperanza.
La esposa es el sol de la familia
"La esposa viene a ser como el sol que ilumina a la familia. Oíd lo que de ella dice la sagrada Escritura: Mujer hermosa deleita al marido, mujer modesta duplica su encanto. El sol brilla en el cielo del Señor, la mujer bella, en su casa bien arreglada.
Sí, la esposa y la madre es el sol de la familia. Es el sol con su generosidad y abnegación, con su constante prontitud, con su delicadeza vigilante y previsora en todo cuanto puede alegrar la vida a su marido y a sus hijos. Ella difunde en torno a sí luz y calor; y, si suele decirse de un matrimonio que es feliz cuando cada uno de los cónyuges, al contraerlo, se consagra a ser feliz, no a sí mismo, sino al otro, este noble sentimiento e intención, aunque les obligue a ambos, es sin embargo virtud principal de la mujer, que le nace con las palpitaciones de madre y con la madurez del corazón; madurez que, si recibe amarguras, no quiere dar sino alegrías; si recibe humillaciones, no quiere devolver sino dignidad y respeto, semejante al sol que, con sus albores, alegra la nebulosa mañana y dora las nubes con los rayos de su ocaso.
La esposa es el sol de la familia con la claridad de su mirada y con el fuego de su palabra; mirada y palabra que penetran dulcemente en el alma, la vencen y enternecen y alzan fuera del tumulto de las pasiones, arrastrando al hombre a la alegría del bien y de la convivencia familiar, después de una larga jornada de continuado y muchas veces fatigoso trabajo en la oficina o en el campo o en las exigentes actividades del comercio y de la industria.
La esposa es el sol de la familia con su ingenua naturaleza, con su digna sencillez y con su majestad cristiana y honesta, así en el recogimiento y en la rectitud del espíritu como en la sutil armonía de su porte y de su vestir, de su adorno y de su continente, reservado y a la vez afectuoso. Sentimientos delicados, graciosos gestos del rostro, ingenuos silencions y sonrisas, una condescendiente señal de cabeza, le dan la gracia de una flor selecta y sin embargo sencilla que abre su corola para recibir y reflejar los colores del sol.
¡Oh, si supiéseis cúan profundos sentimientos de amor y de gratitud suscita e imprime en el corazón del padre de familia y de los hijos semejante imagen de esposa y de madre!"
De una alocución del Papa Pío XII a los recién casados. 11 de marzo de 1942
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