"La confesión es un acto de inmenso amor. Sólo con la confesión podemos entrar como pecadores con pecado y salir como pecadores sin pecado. La confesión no es otra cosa que la humildad puesta en hechos.
La realidad de mis pecados debe situarse en primer lugar. La mayoria de nosotros corremos el peligro de olvidar que somos pecadores y que como tales debemos recurrir a la confesión.
El conocimiento de nuestro pecado nos ayudará a elevarnos. Este conocimiento es muy importante para la confesión. Por eso los santos podían decir que eran verdaderos delincuentes ya que veían a Dios, se miraban a sí mismos y notaban la diferencia .
La confianza profunda viene del propio conocimiento. Entonces nos volvemos a hacia Jesús para que nos sostenga en nuestras debilidades; por el contrario, si nos creemos fuertes no lo necesitaremos."
MADRE TERESA DE CALCUTA El amor más grande. Ediciones Urano (1997)
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