ARTÍCULO DE ALFA Y OMEGA 27/05/2010
Un Simposio del IESE deconstruye la crisis: Al final de esta crisis, debe emerger la persona
"El Estado de bienestar está en crisis; el mercado, también. Todo el sistema amenaza con venirse abajo... Es el mejor momento posible para replantearnos todo el modelo, y ponerlo, por fin, al servicio del ser humano. Sobre esto reflexionaron, la pasada semana, en el IESE de Madrid, la Escuela de Negocios, de la Universidad de Navarra, en el I Simposio Sociedad, economía y valores, intelectuales como Alejandro Llano y Stefano Zamagni, junto a empresarios como Juan Miguel Villar Mir o el Presidente de Danone España, don Javier Robles
El ex ministro Joschka Fischer, antiguo revolucionario alemán de mayo del 68, se revelaba como firme defensor del viejo statu quo, cuando afirmaba, hace unos días: «Los principios están bien, pero si la casa está ardiendo, uno no se preocupa por los principios, sino por contener el fuego... Incluso George W. Bush se transformó en una especie de Lenin americano y casi nacionalizó la banca».
Estereotipos al margen, el papel de rebelde le cuadra mucho mejor a un filósofo cristiano, el catedrático de la Universidad de Navarra don Alejandro Llano, cuando recurre a esta metáfora de Kafka: «Una casa deja ver su estructura cuando se incendia». Es lo que está sucediendo en estos tiempos de crisis: «Ahora que todo se viene abajo, por fin se ve lo que estaba oculto», dice el profesor Llano.
Estamos en un cambio de época: de la modernidad o era industrial, pasamos hoy a lo que se ha dado en llamar postmodernidad a falta de un nombre mejor. Aquel orden cristalizó en dos corrientes: economicismo y burocratización, con un polo mercantil y otro estatal. «Son dos polos complementarios -explica Llano-. El desorden que puede crear la iniciativa espontánea del mercado se compensa con las reglamentaciones estatales, y el anquilosamiento burocrático se compensa mediante la espontaneidad y la agilización que brota del mercado». De igual modo, «las soluciones a los problemas sociales suelen moverse en esta línea monocolor: más Estado y menos mercado, o más mercado y menos Estado». Siempre es más de lo mismo, pese a las apariencias: «El dinero compra poder, y el poder conquista dinero. Quienes tienden a eclipsarse hasta casi desaparecer son los ciudadanos. Y con ellos, la propia sociedad». ¿Pero qué ocurre en una situación como la actual, en la que ni el Estado está en condiciones de salir al rescate de los mercados, ni éstos en condiciones de financiar ya más al Estado?" Leer más en Al final de esta crisis debe emerger la persona
Sobre estas cuestiones ha hablado también Benedicto XVI en un discurso a los mimebros de la Academia Pontificia de las Ciencias Sociales:
"El colapso financiero en todo el mundo, como sabemos, ha demostrado la fragilidad del sistema económico actual y de las instituciones relacionadas con él. También ha demostrado el error de la hipótesis según la cual el mercado es capaz de autorregularse, independientemente de la intervención pública y del apoyo de las criterios morales interiorizados. Esta hipótesis se basa en una noción empobrecida de la vida económica, como una especie de mecanismo de auto-calibración impulsado por el interés propio y la búsqueda de beneficios. Como tal, pasa por alto el carácter esencialmente ético de la economía, como una actividad de y para los seres humanos" Discurso a los participantes en la XVI sesión plenaria de la Academia Pontificia de las Ciencias Sociales (30 de Abril de 2010)
También en un discurso a los empresarios de Roma:
"La crisis actual ha puesto a dura prueba los sistemas económicos y productivos de los distintos países. Sin embargo, es preciso vivirla con confianza, porque se puede considerar una oportunidad desde el punto de vista de la revisión de los modelos de desarrollo y de una nueva organización del mundo de las finanzas, un "tiempo nuevo" —como se ha dicho— de profunda reflexión" Discurso a los miembros de la Unión de Industriales de Roma 18/03/2010
El Papa también lo ha hecho ampliamente en la encíclica Caritas in Veritate:
"El gran desafío que tenemos, planteado por las dificultades del desarrollo en este tiempo de globalización y agravado por la crisis económico-financiera actual, es mostrar, tanto en el orden de las ideas como de los comportamientos, que no sólo no se pueden olvidar o debilitar los principios tradicionales de la ética social, como la trasparencia, la honestidad y la responsabilidad, sino que en las relaciones mercantiles el principio de gratuidad y la lógica del don, como expresiones de fraternidad, pueden y deben tener espacio en la actividad económica ordinaria. Esto es una exigencia del hombre en el momento actual, pero también de la razón económica misma. Una exigencia de la caridad y de la verdad al mismo tiempo...Las actuales dinámicas económicas internacionales, caracterizadas por graves distorsiones y disfunciones, requieren también cambios profundos en el modo de entender la empresa. Antiguas modalidades de la vida empresarial van desapareciendo, mientras otras más prometedoras se perfilan en el horizonte. Uno de los mayores riesgos es sin duda que la empresa responda casi exclusivamente a las expectativas de los inversores en detrimento de su dimensión social" Encíclica Caritas in Veritate
Inside Job. Resto del documental
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Encíclica Caritas in Veritate
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