Dios es así. Lo más grande en lo más pequeño. El Creador del Cielo y de la Tierra cabe dentro del pesebre de un establo. Él lo ha querido así. Él ha querido mostrarse así a nosotros, para que lo acojamos. Esta es su pedagogía con nosotros. Si quepo en un pesebre de una pequeña aldea de Judea, también quepo dentro de tí.
Él ha escogido la pequeñez y la pobreza para manifestarse. Ahí está Él. Sólo ahí cabe Él. En lo más pequeño. No precisamente en los grandes palacios o en las grandes pretensiones humanas. Sino en los actos cotidianos más sencillos, más desapercibidos. Alguien te ha doblado la ropa con esmero. Ahí estaba Él. Alguien, quizá un desconocido, te sonrió, y te devolvió la alegría. Ahí estaba Él. Te sientes despreciado por otro, no te sientes considerado por nadie. Ahí está Él, dentro de tí, para decirte: estoy dentro de tí, quepo dentro de tí, como este niño dentro del pesebre. Estoy dentro de tí para que sepas que a Mi sí me importas. Yo te quiero y con mi amor fiel y eterno tienes bastante. Un día nos veremos cara a cara en el cielo y te recogeré con mis brazos para que descanses para siempre en mi regazo.
Así es Dios. Siempre en lo pequeño. Siempre en lo escondido, en lo desapercibido. Siempre en lo poco. Siempre en el silencio. Él es la humildad. Él es el Amor.
Esta es la gran noticia de la Navidad. Dios con nosotros. Dios ha bajado a la humanidad para quedarse con nosotros, quedarse en nosotros
Dios no se ha olvidado de nosotros. Él se ha hecho uno más como nosotros para saber lo que sentiste cuando pasaste estrecheces, cuando estuviste enfermo, te quedaste sin trabajo o te sentiste solo. Esta es la gran noticia de la Navidad. Ya no estás solo. El ha venido en Navidad para quedarse con nosotros. A estar contigo el resto de tu vida. A llevarte al cielo con Él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario