EL CIELO NOS HABLA EN MEDJUGORJE
"Yo he venido a llamar al mundo a la conversión por última vez" ( 2/05/1982)
"Queridos hijos: orad conmigo para que todos vosotros tengáis una vida nueva. En vuestros corazones, hijos míos, sabéis lo que hay que cambiar: regresad a Dios y a sus mandamientos para que el Espíritu Santo pueda cambiar vuestras vidas y la faz de esta tierra, que necesita de una renovación en el Espíritu" Mensaje del 25 de mayo de 2020.

Arrodillados ante el Señor

La hora del Rosario en Medjugorje
       "Al nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y toda lengua proclame Jesucristo es el Señor" Filipenses 2, 10-11

     "Hubo un tiempo en que parecía poco natural que los cristianos nos arrodillásemos al orar. Como si estar ante Dios sentado o de pie significase un trato con Dios más de tú a tú. Cada postura tiene su significado. La de arrodillarse también. Recordarla hoy puede ayudarnos a tener presente su sentido cuando recemos arrodillados. 

    Para un hebreo doblar las rodillas significaba entregar el poder. Al doblarlas ante Dios, los judíos hablaban con su cuerpo: expresaban que doblaban las propias fuerzas ante Dios, reconociendo así su gran poder. La voluntad del que se arrrodilla se somete a la voluntad de Dios. El poder de la propia libertad se dobla ante la voluntad todopoderosa y buena del Creador.


   Los cristianos mantenemos este gesto, con el mismo sentido: es un gesto de adoración, y puede manifestar también súplica y arrepentimiento. El gesto corporal va acompañado de un sentido espiritual que es el de la adoración. Uno se arrodilla porque quiere adorar, y si uno quiere adorar lo expresa con su cuerpo arrodillándose. Adoramos con nuestro espíritu y con nuestro cuerpo. La adoración es uno de esos actos fundamentales que afectan al ser humano en su totalidad. Por eso, doblar las rodillas en la presencia del Dios vivo es algo a lo que no podemos renunciar. 


     Al llegar a una iglesia, en la consagración de la misa, después de comulgar, la oración nada más levantarnos -el ofrecimiento de obras-, al rezar por la noche las oraciones - las tres avemarías -, son buenos momentos para hacerlo de rodillas. Así, nos unimos a la oración de Jesús, y decimos con nuestro cuerpo también que le adoramos, que le entregamos todo, que suyo es el poder, que nuestro poder es suyo" JOSE PEDRO MANGLANO El ser sin rodillas. Resucitó. Apóstoles de la Alegría (2009) Cobel editor

La Pasión de Cristo. Mel Gibson
Adoración de la Cruz. Catedral de Valencia. Semana Santa 2012
Adoración del Cordero Místico. Jan Van Eyck. Retablo de Gante. 1532

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