EL CIELO NOS HABLA EN MEDJUGORJE
"Yo he venido a llamar al mundo a la conversión por última vez" ( 2/05/1982)
"Queridos hijos: orad conmigo para que todos vosotros tengáis una vida nueva. En vuestros corazones, hijos míos, sabéis lo que hay que cambiar: regresad a Dios y a sus mandamientos para que el Espíritu Santo pueda cambiar vuestras vidas y la faz de esta tierra, que necesita de una renovación en el Espíritu" Mensaje del 25 de mayo de 2020.

El Rey del Universo


"Las autoridades y el pueblo hacían muecas a Jesús, diciendo: "A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido". Se burlaban de él también los soldados, ofreciéndole vinagre y diciendo: "Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo". Había encima un letrero en escritura griega, latina y hebrea: Éste es el rey de los judíos. Uno de los malhechores crucificados lo insultaba diciendo: "¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros" Pero el otro le increpaba: "¿Ni siquiera temes tú a Dios estando en el mismo suplicio? Y lo nuestro es justo, porque recibimos el pago de lo que hicimos; en cambio, éste no ha faltado en nada". Y decía: "Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino". Jesús le respondió: "Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso". Lc 1, 12-20 Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo.


"Era el juicio del Justo. Los injustos lo juzgaron injustamente y lo condenaron. Esto era normal. En el momento oportuno el Padre apostaría por el Hijo, inclinando a su favor la balanza. Pero llegada la hora decisiva, nadie dió la cara por el Hijo. ¿También el Padre habría tomado asiento en el tribunal junto a Caifás y Pilato? ¿También el Padre se habría sentado a la puerta para ver pasar al condenado?

Como en todo pleito siempre le quedaba, en última instancia, el recurso de amparo apelando al Padre. Pero todo indicaba que el Padre habá abandonado la causa del Hijo y se había pasado al bando contrario pidiendo su ejecución. Y ahora ¿a quién iba a recurrir? Todas las fronteras y todos los horizontes quedaban clausurados. Así que ¿la razón estaba contra el Hijo? Entonces, ¿Jesús había sido un entrometido y no un enviado? ¿Un soñador? ¿Todo había sido inútil? Al fin, ¿todo se desvanecía en una pesadila psicodélica, en un caleidoscopio alucinante?




Sobre los abismos infinitos el pobre Jesús flotaba como un náufrago perdido. A sus pies, nada. "Padre mío ¿por qué me has abandonado?" (Mt 27, 46). Era el silencio de Dios que había caído sobre su alma con la presión de cincuenta atmósferas.

Sin embargo, todo éso fue la sensación. Pero la fe no es sentir sino saber. Nunca estuvo Jesús tan magnífico como en los últimos tramos de su agonía. Abrió los ojos. Sacudió la cabeza como quien despierta y rechaza una maldita pesadilla. Se sobrepuso rápidamente al mal momento. la conciencia de su identidad emergió desde las brumas del "delirium" y tomó posesión de toda su esfera vital. Y ya sereno, libró el último combate: el combate de la certeza contra la evidencia, del saber contra el sentir. Y del último combate nació la última victoria. 

Sin decir, dijo: Padre querido, no te siento, no te veo. Mis sensaciones interiores me dicen que está lejos, que te has transformado en vapor de agua, en sombra fugitiva, en distancia sideral, en vacío cósmico, no sé, en nada.

Sin embargo, contra todas estas impresiones, yo sé que estás aquí, ahora, conmigo; y "en tus manos entrego mi vida" (Lc 23,46) En plena oscuridad dio Jesús el salto mortal en una profundísima sima sabiendo que allá abajo le esperaba el Padre con los brazos abiertos. Y no se equivocó: en los brazos del Padre despertó" IGNACIO LARRAÑAGA "Muéstrame tu rostro" Editorial San Pablo, 1979


 Fotos: La Pasión de Cristo, Mel Gibson.

"La Fe" Ignacio Larrañaga (Buscando su rostro):



   "La cruz es revelación. Pero no revela cualquier cosa, sino a Dios y al hombre. Nos dice cómo es Dios y cómo es el hombre. En la filosofia griega se preanuncia esto de una forma peculiar con la imagen platónica del justo crucificado. En su obra sobre el estado se pregunta Platón cómo se podria lograr en este mundo un hombre total y plenamente justo. Y concluye que la justicia de un hombre sólo  es perfecta cuando da la impresión de que es injusto consigo mismo, porque entonces deja claro que no sigue la opinión de los hombres, sino que hace justicia por amor a ella. Por tanto, para Platón, el incomprendido y el perseguido es el auténtico justo en este mundo. Y no duda en escribir: "Dirán pues, que en esas circunstancias será atormentado, flagelado, encadenado, y que después lo crucificarán..." (Politeia II, 361e-362a). Este texto, escrito cuatrocientos años años antes de Cristo, impresiona a todos los cristianos. El pensamiento filosófico, con toda su seriedad, ha mostrado que el justo, en el pleno sentido de la palabra, tiene que ser el crucificado. Ahí se vislumbra algo de lo que en la cruz se revela sobre el hombre" JOSEPH RATZINGER Introducción al cristianismo (1968) Ediciones Sígueme (2005)

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